Las adjudicaciones de custodias compartidas han bajado en Euskadi desde hace tres años a pesar de que ha aumentado la demanda de petición de las mismas, según la Asociación de Madres y Padres Separados, Kidetza, que lo achaca a la «falta de acuerdo entre las partes y a la reticencia judicial». En concreto, los casos han pasado de 220 en 2007, a 161 en 2008 y a 142 en 2009. La agrupación precisó que en estos ejercicios también cayó el número de divorcios con custodias, la «inmensa mayoría» de las cuales fueron para las madres.
La psicóloga Julia Rodríguez, la trabajadora social Yoana Gumbao y la mediadora familiar Arantxa Bergara, todas miembros de Kidetza, defendieron ayer la custodia compartida de los hijos, aunque con «matices»: debe adecuarse siempre a cada caso y ser un «traje a medida para cada pareja». «No se trata de que el niño pase cada semana el número exacto de horas» con los dos progenitores, sino de buscar una fórmula para que ambos aparezcan ante el menor como «referentes claros», apuntaron.
La «reticencia» que, a su juicio, muestran los tribunales y los contenciosos entre las parejas -muchas de ellas jóvenes y acostumbradas a llevar las obligaciones familiares al 50%- provocan que las custodias compartidas no siempre prosperen en Euskadi, donde se registra «la media más baja» de toda España. Kidetza cree «urgente» modificar la Ley del Divorcio para introducir esta opción como modelo preferente en los procesos de separación.
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